BIOGRAFÍA
La voz de Joaquín Pixán habla con hondos acentos de su Asturias natal y de otros muchos mundos líricos y poéticos. No en vano, lleva en ella la impronta de su formación en la Scala de Milán en la que tuvo como maestros a la legendaria soprano Gina Cigna, entre otros, y también el magisterio de Alfredo Kraus, con quien estudió técnica vocal e interpretación. Fue alumno también de Félix Lavilla y Miguel Zanetti en el repertorio operístico.
Miembro honorario del Club Tosti por su grabación de las obras del compositor italiano, comparte esta distinción con leyendas del bel canto como Renata Tebaldi, Renato Bruson o Raina Kabaivanska.
Pixán aúna clasicismo e innovación y es, no cabe duda, un artista poco frecuente por su manera de entender el canto y la gestión musical. Con su voz se convierte en un “buscador de emociones” que investiga, aborda nuevos y originales territorios en lo que se unen la lírica y la poesía en un buen número de proyectos únicos en el panorama musical español como las obras dedicadas a los poetas Ángel González, Ramón Cabanillas, Rosalía de Castro, Pablo García Baena, Padre Galo, María Lejárraga, Emilia Pardo Bazán y Antonio Gamoneda.
Posee una especial sensibilidad a la hora de rescatar y poner en valor la canción de concierto para voz y piano, en muchos casos con obras de nueva factura, aportando nueva bibliografía al panorama musical español, tarea en la que le ha acompañado en multitud de conciertos y grabaciones el excelente pianista Alejandro Zabala. Con él ha compartido largas horas de estudio y trabajo en el mutuo interés de ir más allá de los terrenos musicales habituales, explorando y descubriendo obras poco transitadas, pero llenas de belleza y lenguajes musicales novedosos; recuperadas o incluso encargadas a diversos compositores como Antón García Abril, Félix Sierra, Jorge Muñiz, Milena Perisic, Zulema de la Cruz, Ramón Prada, Octavio Vázquez y Juan Durán, entre otros. Su relación con los pianistas ha sido muy fructífera en lo profesional y en lo humano a lo largo de toda su carrera. Juana Peñalver, Yolanda Vidal, Mario Bernardo Iván Martín, Rosa Torres-Pardo, Noelia Rodiles, Manuel Pacheco o Eve Kerloc´h forman parte de este elenco de músicos de primer nivel.
Es, además, un gestor cultural en toda su extensión, ya que genera su propio espacio para llevar a cabo esos proyectos que impulsa desde el nacimiento de la idea hasta la presentación de la obra. Esta manera de afrontar su larga carrera musical le ha llevado a colaborar con nombres tan relevantes en la historia del canto lírico como Montserrat Caballé; también ha compartido escenario con voces de la talla de Giuseppe Taddei, Mariella Devia o Giorgio Zancanaro. Ha estado bajo la batuta de directores como Rafael Frühbeck de Burgos, Jesús López Cobos, Miguel Roa, Benito Lauret, David Hill, Óliver Díaz o José de Eusebio.
No obstante, Pixán también ha querido abordar en ocasiones temas populares e incluso terrenos como el de la copla o el pasodoble –tan imbricado en la zarzuela-, en el que ha dejado una impronta lírica desgranado notas y saberes de hondo calado emocional. En este orden de música popular, hay que resaltar “México, ahora y siempre” un trabajo sobre los iconos de la música popular mexicana, con la orquesta Reino de Aragón, dirigida por Ricardo Casero.
Es, pues, un artista de múltiples facetas que no olvida -todo lo contrario- sus orígenes: el ciclo de canciones “Madre Asturias” compuestas por Antón García Abril y grabadas con la London Philarmonic Orchestra -dirigida por Jesús López Cobos- en los míticos estudios Abbey Road, supuso un hito en la música asturiana y es una muestra de su interés por las tradiciones y la cultura de su tierra natal.
En ella se inspira y en ella trabaja Pixán. Un buen ejemplo es la “Misa de gaita”, una obra compleja, ya que hibrida la tradicional Misa de Angelis con la asturianada. Fue grabada con el gaitero José Ángel Hevia, e interpretada en la catedral de Oviedo junto al también gaitero José Manuel Tejedor. Hay que resaltar que fue la primera vez que una gaita sustituyó al órgano como instrumento principal en un acto religioso en este templo.
La canción asturiana dialogada ha sido otro de los puntos de interés de la trayectoria profesional de este músico polifacético. Nuevos textos, nuevas músicas que suponen toda una renovación de esta modalidad de canto tradicional en su obra “Diálogos”.
La figura del político y escritor asturiano Jovellanos dio lugar a otro importante y original trabajo del tenor, con textos del poeta y Premio Cervantes 2006 Antonio Gamoneda y música de Jorge Muñiz. Se grabó con la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias y el coro de la Fundación Príncipe de Asturias, dirigidos por Óliver Díaz.
Quizá una de las iniciativas más ambiciosas de Joaquín Pixán -ya que supone también una obra de autoría- es “Un cancioneru asturianu pal sieglu XXI” en la que de nuevo su compañero de viaje fue Antonio Gamoneda. Ambos abordaron en esta obra un trabajo, a decir de muchos, histórico ya que supuso una aportación novedosa de los textos y la música tradicional asturiana.
Otro de los proyectos más relevantes, relacionados con el Principado, fue el “Nacimiento del Reino” estrenado en la Basílica de Covadonga con motivo del 1300 aniversario de la creación del Reino de Asturias. Una obra conformada con textos originales de varios poetas asturianos y música del propio Joaquín Pixán.
Más de 35 grabaciones, innumerables conciertos por España y el extranjero, acompañado por formaciones como la London Philarmonic Orchestra, la English Chamber Orchestra, Orquesta Nacional de España, Orquesta de RTVE, Orquesta Sinfónica de Madrid, Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, Orquesta Sinfónica de Oviedo o la Filarmónica de Málaga, dan una idea de la trayectoria de Joaquín Pixán y de su infatigable inquietud cultural y artística al servicio de la música.
