Tú me levantas, tierra de Castilla

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Descripción

“Nada más justo, en el año del centenario de su nacimiento que rendir homenaje a Gerardo Gombau, una de las personalidades más relevantes de la música española de posguerra, un auténtico omnívoro de pentagramas, que llevaba el arte de los sonidos en sus vena y que, tras abandonar los estudios de medicina, se entregó por completo a las distintas actividades conectadas con el ejercicio de esa misión artística, que cultivó desde las más diversas atalayas: la creadora, en primer lugar; luego la de intérprete de sus composiciones y de las de los demás, en calidad de pianista y de director de orquesta fundó la Sinfónica de Salamanca, su ciudad natal y de banda, que ejercía este oficio en salas de concierto, en tetaros y en espectáculos de ballet. Fue conferenciante, analista, musicólogo y pedagogo extraordinario, que enseñó en privado y desde su cátedra de Acompañamiento del Conservatorio de Madrid, a distintas generaciones jóvenes, que se solazaban escuchando a aquel hombre menudo, enjuto y vivaz, con sus magistrales lecciones sobre la música y sobre la forma de entenderla; que descendía fácilmente a la descripción y examen de las partituras, que mostraba como un libro abierto conectado con la historia del arte en el seno de una sociedad.”
Hay muchas maneras de servir al arte del canto. Para ello es importante conocer los propios medios, apetencias y conocimientos y acercarse a aquellos repertorios en los que un instrumento determinado dé su mejor juego. Era una opinión de Alfredo Kraus, que siempre busco la verdad de este arte. Pixán asturiano de 1950, aprendió mucho del tenor canario, no solo técnica y colocación. También alcanzó en su día ese estadio en el que uno, bien provisto de conocimientos saca sus propias conclusiones y se entrega a la labor más acorde con sus medios. Ya cuenta el tenor asturiano con experiencia sobrada para ello; en caso contrario, muy difícilmente habría podido dar remate a su labor, aun contando con la inapreciable ayuda de un pianista de la talla y preparación de Alejandro Zabala”.

(Arturo Reverter, escritor y critico musical)